Sobre las 1 y 30 de la madrugada del 17 de abril de 1961 inicia el desembarco por las arenas de Playa Girón. En medio de los terrenos irregulares y pantanosos de la Ciénaga, la Brigada 2506 con sus unidades de asalto anfibio, paracaidistas, unos 1500 hombres fuertemente armados incluyendo tanques, artillería de campaña, treinta aviones y 150 mercenarios que integraban la aviación norteamericana pretendían llenar todo el territorio de bandidos y mercenarios en la cabeza de playa que intentaría destruir el sistema socialista de la Revolución.Frente al número superior de invasores la unidad del pueblo cubano impuso la resistencia al enemigo que encontró en Girón el valiente coraje e intransigencia de las Milicias y diferentes fuerzas revolucionarias del Ejército Rebelde, la Policía, la aviación, tanquistas, artilleros, jóvenes combatientes y en su mayoría hasta adolescentes casi niños que ofrecieron sus preciadas vidas entre el constante asedio de las bombas y el sacrificio.
Algunos de aquellos hombres que cayeron en abril de 1961 no habían arribado a los 20 años; otros, los menos, pasaban los 40; la mayoría tenía entre 21 a 30 años de edad. Dos de ellos cumplieron años en la tricnhera, frente a la metralla de los mercenaries, cayeron horas después, u horas antes. Eran estudiantes,obreros, campesinos, militares, milicianos, técnicos, trabajadores de servicios, dirigentes administrativos, trabajadores por cuenta propia, obreros de la construcción, empleados administrativos y un miembro de la Brigada Técnica de la Alfabetización, José Luis Pérez González. Tenían diferentes creencias religiosas, pero los unía la Patria y defendían la libertad y el Socialismo.
Juntos pelearon, padres e hijos, como los Villafuerte,Ángel, el padre vio caer a su hijo cubierto de sangre pero con el rifle aún en las manos, y lo tomó en sus manos,volteó su cuerpo para que muriera de cara al sol.
En Girón estaban representados los cubanos de toda la isla, del campo y las ciudades. Dos de los jóvenes combatientes habían nacido en España: Ramón Peña y Marcelino Gutiérrez; otro, Carlos Ulloa Arauz, nació en Nicaragua, la patria del General Augusto César Sandino, en aquellos momentos dominada por el imperialismo y base de operaciones de los mercenarios.
Pero a pesar de todo ello, el combate no cesa. Mientras continúan las acciones que desde el 17 al 19 de abril de 1961 convirtieron al poblado de Girón y sus alrededores en un campo de batalla, se mostraba el panorama triste y desolador ante los ojos del mundo, historias llenas de dolor como la de la familia de Nemesia, la población civil y combatientes cubanos que sufrieron 300 heridos, 50 discapacitados y el elevado costo de pérdida de vidas humanas con 176 muertos, de esos fallecidos 20 corresponden a la población civil de las localidades eminentemente carboneras en la Ciénaga de Zapata y los 156 restantes a compatriotas caídos en la primera trinchera de combate; entre ellos el gibareño Héctor Batista Peña, el obrero agrícola Emilio Daudinot Pineda,el estudiante holguinero Luis Artemio Carbó Ricardo y otros combatientes del pueblo que marcharon decididos y conscientes a defender la tierra que los vió nacer. Desde entonces sus gloriosos nombres se recuerdan como Héroes Eternos de la Patria.
Era el 18 de abril de 1961. Se inicia la contraofensiva con el empleo masivo de la artillería. Las fuerzas revolucionarias enfrentaron con heroísmo a la brigada mercenaria, a sus unidades navales, tanques y aviones, empuñando las armas que tan oportunamente acababan de llegar de la Unión Soviética y Checoslovaquia.Las maltrechas tropas de la Brigada que controlan las dos carreteras de acceso a Playa Girón son obligadas a retroceder hasta la zona de San Blas; en Playa Larga las tropas asaltantes, ante su difícil situación por la falta de municiones, deciden abandonar sus posiciones y dirigirse a Playa Girón para unirse a los otros miembros de la brigada. El ejército cubano toma el control de Playa Larga.
Ese mismo día en horas de la tarde, a la altura de Punta Perdiz, el Batallón 123 de las milicias revolucionarias que se trasladaba en ómnibus con el objetivo de tomar Playa Girón, fue atacado con cohetes, ametralladoras y bombas de napalm por una escuadrilla de B-26 que les causó grandes bajas.
Al sur de Matanzas, las tropas cubanas dirigidas por el Comandante en Jefe y líder de la Revolución Fidel Castro Ruz no dieron un minuto de tregua ni dejaron pasar a quienes intentaron apoderarse de la soberanía de Cuba. A las 5:30 del atardecer del 19 de abril de 1961 en 60 horas de duros combates el plan mercenario estaba totalmente derrotado.
No fue necesario las 72 horas planificadas en principio. En menos de 72 horas (tres días) el imperialismo yanqui invasor recibía la noticia de su primera gran derrota en América Latina. Además del saldo asumido por los adversarios de 89 muertos, 250 heridos y 1197 prisioneros; cinco días después el presidente estadounidense Kennedy admitió públicamente la plena responsabilidad del Gobierno de Estados Unidos por la invasión a la pequeña pero intrépida, indómita e indoblegable isla caribeña nombrada Cuba.
Muy por encima de las nefastas consecuencias de la agresión imperialista se irguió imponente la rebelde soberanía de nuestro pueblo frente a la traicionera perfidia de engañar a la población con aviones camuflajeados con nuestra insignia nacional. La sangre de los inocentes caídos en el triste suceso junto al dolor de sus familiares unió a todos los que convirtieron la impotencia en coraje como motor impulsor de la audaz valentía de quienes en lo adelante no se dejarían arrebatar lo suyo.
En aquel momento se iniciaba un camino de profundas transformaciones en función del bienestar de los cubanos que aún desde ese entonces ratifican principios de la Revolución Cubana como la tranquilidad, la seguridad ciudadana, la justicia social, un mundo de igualdad para todos y el principio de no dejar a nadie desamparado sin que ello perjudique la protección de los humildes de la Patria.
A 63 años que nos separan desde los sucesos de abril del año 1961 hasta el presente, batallas como Girón prevalecen en cada amanecer desde la Punta de Maisí hasta el otro extremo del archipiélago cubano. Así son las muchas tareas que hijas e hijos protagonizan para llevar adelante la economía en los diferentes frentes socioeconómicos: las industrias, la producción de alimentos, la educación, la salud, diversos trabajos para disfrute del pueblo así como su defensa en medio de un camino no del todo fácil que desde hace más de seis décadas perfila su visión entre agresiones de todo tipo: introducción de plagas y enfermedades, sabotajes, la dispersion de bandidos contrarrevolucionarios, campañas mediáticas, quema de cañaverales, guerra no convencional, persecuciones financieras y hasta la prohibición de la entrada de insumos fundamentales para el país provocado por el bloqueo comercial estadounidense contra la nación; empeños intervencionistas que no han mellado las mismas ideas que triunfaron en Girón.
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