Por: Argeo Martínez Ochoa.
Una buena parte de los humedales o manglares de Las Balsas se encuentran deteriorados a causa del corte indiscriminado de la corteza de las plantas acuíferas, lo que provoca gradualmente su extinción.
Hay que tener presente que este ecosistema de Las Balsas exhibe grandes valores naturales debido a que en ellos habitan gran cantidad de especies de la flora de las que se han identificado más de 200 variedades.
Nuestras Balsas atesoran una superficie de más de 900 hectáreas de las cuales 487 son marinas, en las cuales habitan 215 especies diferentes y de estas 22 son endémicas; de las cuatro especies existentes de mangle el rojo es el más afectado, lo que propicia la destrucción de sitios favorables para la reproducción incluyendo las aves migratorias.
Garantizar la conservación y desarrollo estructural de los bosques de mangle en nuestras áreas costeras es fundamental como primera barrera protectora de las costas en el enfrentamiento al cambio climático y como premisa a tres de los objetos de Desarrollo Sostenible en Cuba.
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