- Lázaro Abel Garcia Gómez
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De ahorro y eficiencia energética
Cada 5 de marzo se celebra el Día Mundial de la Eficiencia Energética, término que además de implicar la responsabilidad de gobiernos, instituciones y entidades administrativas hacia el llamado al uso eficiente de la energía contribuye a recordar el aporte social que tiene el ahorro tanto para la economía como para el bienestar humano. Por ello ese día no solo se habla de energía y medidas para contribuir entre todos. Más que día y fecha señalada cada año en el calendario mundial, su conmemoración es de gran relevancia si se trata de incrementar las medidas y acciones para hacer del uso racional de la energía una actividad sistemática, es decir no de un día como por ejemplo cada 5 de marzo si no de los 365 días del año. Apagar los equipos electrodomésticos encendidos innecesariamente, aprovechar la luz solar como forma de iluminación siempre que sea conveniente, acudir a métodos de empleo de las energías renovables, evitar sobreconsumos en el hogar revisando a menudo el metrocontador así como adoptar medidas que contribuyan a gastar menos energía en las horas de mayor demanda o bien consideradas horario pico son maneras de emplear racional y eficientemente los recursos energéticos lo cual no quiere decir no consumir dicha energía si no más bien no llegar al despilfarro y el derroche. Velar cuanto más puede hacerse en materia del consumo energético es deber de todos y se puede llegar más lejos cuando cada ciudadano es consciente de lo necesario que es desde casa, la comunidad y colectivos laborales abrazar la eficiencia energética.
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